PROYECTO

El cliente tenía clara la idea: una óptica distinta en Gandía, con personalidad, diseño y un enfoque en marcas minoritarias pero sin perder el diseño, la calidad y la usabilidad. Supo lo que quería, pero también se dejó asesorar, y juntos encontramos el punto de equilibrio entre la elegancia clásica y un tono contemporáneo.

El naming hace referencia a Francisco de Quevedo, escritor barroco conocido por su ingenio y su mirada crítica de la realidad. Una visión que rompía moldes y que hoy inspira una óptica diferente: culta, moderna y con carácter propio. Además, “quevedos” fue el término popular para las primeras gafas en España. Esa doble lectura —literaria y óptica— convierte el naming en un guiño perfecto al espíritu de la marca: ver con criterio, estilo y un humor inteligente

DESARROLLO

La identidad visual, el packaging y la decoración se diseñaron para transmitir exclusividad sin estridencias: tipografías sobrias, materiales honestos y un espacio acogedor que refuerza la experiencia de compra.

El resultado es una marca coherente y reconocible, donde cada detalle —desde el logotipo, el packaking, los cuadros a la bolsa de las gafas— habla el mismo idioma: un diálogo entre lo clásico y lo vanguardista, elegancia sobria con modernidad funcional y con un estilo sobrio pero actual.